Agencia La Oreja Que Piensa. Dic. 2012 Por Adolfo Pérez Esquivel (*)
Estos días hubo muchas noticias, preocupaciones y miedos, hay quienes quieren el fin del mundo, pero el mundo sigue andando gracias a los porfiados y cabezas duras, porque queremos un mundo mejor para todos y todas.
Los poderosos del sistema capitalista quieren destruirlo y adueñarse de todo y creen que sobran las 2/3 partes de la humanidad, pero no los dejamos.
Creemos que tu, nosotros, los pueblos resistimos y queremos cambiar un sistema que devora todo lo que encuentra, incluso a ellos mismos.
¿Cómo puede ser que algunos digan defender los derechos humanos si continúan torturando, matando y encarcelando sin juicio a miles de personas, como en Guantánamo, Abu Graib, África, Medio Oriente, y en sus propios países?
¿Cómo puede ser que digan defender la democracia, cuando no creen en ella por su soberbia imperial? ¿Cuándo condenan a los 5 cubanos que luchaban contra el terrorismo a una prisión injusta y violenta, e imponen a sus familias la separación de sus seres queridos, violando el derecho humanitario?
¿Cómo puede ser que los EEUU diga respetar el derecho internacional, cuando viola la soberanía del pueblo cubano y le impone el bloqueo por más de 50 años, burlándose de las resoluciones de las Naciones Unidas y los reclamos de los pueblos del mundo?
¿Cómo puede la OTAN hablar de la Paz si la desprecian sembrando el horror y la muerte, en guerras contra Siria, Palestina, Libia, Irak Afganistán? Si levantan muros que dividen pueblos por la fuerza de las armas, transformando la primavera árabe, en el infierno árabe.
¿Cómo pueden defender el derecho a la vida y al desarrollo, si la destruyen día a día, con la mega-minería, contaminan el agua, imponen la economía verde, los agro-tóxicos, los monocultivos, destruyen la biodiversidad y dejan hambre, pobreza y enfermedades?
Me pregunto. Te preguntas, nos preguntamos ¿Qué hacer, qué hacemos?
Los pueblos son protagonistas y constructores de sus propias vidas e historia. Tenemos la creatividad para hacer caminar la palabra y el pensamiento, unidos en la resistencia y el saber.
Como dijo el poeta, “somos muchos más que dos” para luchar por la libertad y dignidad de nuestros pueblos y la humanidad.
El mundo sigue andando si resistimos en la esperanza y sabemos que otro mundo es posible.
Buenos Aires, 24 de diciembre del 2012