Agencia La Oreja Que Piensa. Por Sergio Ferrari (*)
Según el padre Ermanno Allegri, “numerosos sectores en Europa comprendieron el significado de la nueva actitud en la vivencia de la fe cristiana en América Latina en tanto una fuerza fantástica para superar las dependencias y las miserias sociales.
La iglesia oficial europea no ha entendido esta dimensión. Estoy de acuerdo con la reflexión del Cardenal Martini expresada en su última entrevista antes de morir.
El dijo: *Mi esperanza en la conversión de la estructura de la iglesia terminó*. Coincido porque siento que en muchas estructuras de las iglesias falta sensibilidad humana.
Y por eso quedan afuera de la vida, de la historia, sin compartir la ‘compasión’ que hacía de Jesucristo una persona atenta a los pobres. Extremadamente sensible ante la ofrenda de la viuda, ante la presencia de la mujer enferma que lo sigue, o frente a los niños y su algarabía.
Es cierto que la Teología de la Liberación en América Latina no tiene hoy una presencia hegemónica.
Pero es una realidad viva y fuerte que está en las raíces mismas de decenas de nuevas teologías que brotaron de ella; en diversos tipos de espiritualidades nuevas y profundas; en organizaciones pastorales; en trabajos conjuntos que estos sectores de iglesia realizan con otros sectores sociales y políticos.
No dudo que ésta es la iglesia del futuro, porque se encarnó y se encarna en la vida real, tal como lo hizo Jesucristo”.