La plata o la vida
Agencia La Oreja Que Piensa. (ANSA) - ROMA, 27 MAY – http://www.ansalatina.com/
"La plata o la vida", suele ser la amenaza que esgrimen los asaltantes al cometer un robo, una elección que se resignifica también en tiempos de Covid-19 a la hora de optar por una u otra estrategia frente a la pandemia.
En ese sentido, la respuesta está dada por las estadísticas que confirman que aquellos que apostaron por abrir sus economías no lograron impedir su desplome pese al alto costo que pagaron a nivel humano por flexibilizar las medidas de confinamiento.
El fútbol, que suele decirse es fiel reflejo de la sociedad, tampoco escapa a esa disyuntiva y mientras algunos pregonan que su supervivencia depende de su reanudación aún en tiempos de pandemia, otros afirman que no vale la pena correr el riesgo.
Escenario que se traslada a Italia, uno de los países más golpeados por el virus donde mañana comenzará a definirse el destino del "Calcio", pendiente de saber si finalmente se reanuda como muchos anticipan.
Más allá de las ansiedades, la última palabra la sigue teniendo el gobierno, que ya incluyó al fútbol en la actividades que vieron flexibilizadas las medidas de aislamiento y debería darle su bendición al reinicio del campeonato.
Será cuando el ministro de Deportes, Vincenzo Spadafora, quien desde un primer momento afirmó que esto sólo sucedería cuando pueda garantizarse la integridad de todos los protagonistas, se reúna con los representantes del "Calcio".
Reunión en la que se establecería la fecha del posible reinicio y que antecede a la asamblea que sostendrán el viernes los representantes de los clubes para definir el calendario de aquí al final de los torneos en caso de ser aprobado el reinicio.
Una reanudación que, según el presidente de la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), Gabriele Gravina, resulta indispensable para la propia supervivencia de este deporte pues, de no producirse, advierte, provocaría daños irreparables.
A horas del cónclave con Spadafora, las declaraciones de Gravina no resultan casuales cuando afirma que a las pérdidas por 500 millones de euros que generó el parate forzado habría que sumarle otros 700 millones si el torneo no se reanuda.
De paso recuerda que la industria del fútbol "permite facturar 4.700 millones de euros, cuenta con 1,5 millones de federados y da empleo a más de 100.000 trabajadores" cuyos puestos hoy se encuentran amenazados.
Por si acaso aclara que "el deber de la FIGC es hacer todo lo que sea necesario para salvaguardar esos empleos, siempre velando por la salud de todos sus protagonistas", e "impedir una debacle que resultaría catastrófica e irreparable".
Desde la otra vereda le respondió Damiano Tommasi, ex jugador y hoy titular del sindicato de futbolistas italianos (AIC), quien pareció recordarle: "Vivimos en un país donde el problema que causó la pandemia todavía no está resuelto". "Por eso me parece lógico que pongamos de relieve algunas cuestiones que debemos abordar y resolver", explicó Tommasi en diálogo con el "Mattino" vía Facebook.
"Los futbolistas no son robots y es obvio que expresen su preocupación inclusive porque en caso de reanudarse los torneos deberán jugar cada tres días" para recuperar el terreno perdido, destaca.
Una situación que anticipa, según estudios de especialistas en la materia, la posibilidad de que se incrementen las lesiones debido a la falta de rodaje y a la larga inactividad durante la cuarentena.
"Cuando se dice: Debemos reiniciar el fútbol, los que lo deciden no son precisamente los que luego ponen el cuerpo", explicó Tommasi, a decir de quien "es natural que los jugadores expresen dudas, lo cual no significa que no quieran jugar".
"Quieren hacerlo pero en condiciones de seguridad aceptables y de cierta normalidad. Nos dicen que no se pueden dar la mano o abrazarse en un festejo, pero el fútbol es un deporte de contacto", recalcó al ilustrar ese contrasentido.
Otro detalle para nada menor a tener en cuenta serán las altas temperaturas que se anticipan en estas épocas de verano (boreal) con partidos a disputarse a media tarde, cuando más arrecia el calor.
Preguntas por ahora sin respuesta que podrían empezar a debatirse desde mañana, siempre y cuando claro el gobierno finalmente de luz verde a la reanudación del fútbol, donde la vida y la economía también parecen ir por caminos separados.
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