Agencia La Oreja Que Piensa. Por Esteban Mac Allister (*)
Como fotógrafo me asombra la enorme cantidad de imágenes de la Reina tomando fotografías…
La vi con cámaras Rolleiflex, con Leica y con la pequeña Rollei 35.
Si es verdad, la mayoría eran las versiones de lujo, enchapadas o bañadas en oro…
Todas esas imágenes solo me hacen reflexionar sobre los mandatos familiares y cuánto hemos pagado los fotógrafos por amar y realizar nuestra profesión…
Mi padre me miró extrañado y dijo ¿fotógrafo y que más?, ¡con las cámaras que hay hoy en día!, ¿quién va a contratar un fotógrafo?
Me imagine a la Reina diciéndole a sus padres que no quería ser Reina y que deseaba ser fotógrafa… Me imagine la reacción de su padre, el Rey tartamudo, que llegó al trono porque su hermano abdicó al desafiar los mandatos familiares y casarse con una yanqui divorciada…
También me imagine las barbaries que realizó el imperio durante el mandato de Isabel II y que quizá, solo quizá, de haber optado por la fotografía, de haber ella abdicado por amor a la fotografía, el mundo podría haber llegado a ser un poco mejor….
(*) Reportero gráfico